Fue en Santa Fe, Nuevo México. Jesús dormía la siesta en nuestro sofá, mi hija Lilah jugaba en el suelo, mi esposa Shari preparaba el almuerzo ... yo practicaba mi nueva rumba. Jesús se sentó, le gustó la canción y me preguntó cuál era el nombre. Le dije. Me hizo saber que el nombre apestaba. Me dijo que volvería a dormir y se despertaría con un buen nombre. Luego se sentó abruptamente y gritó "¡Sueños Gitanos! ¡Ese es el nombre de esa rumba!"
(Guitarra: Ricardo Marlow)
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